Llegada estas fechas, no cabe duda que es necesario realizar una visión general de cómo ha evolucionado este año 2022 antes de su finalización.

La reforma laboral, Real Decreto-ley 32/2021, comienza a delinearse con bastante claridad sus efectos sobre el empleo y sobre la contratación laboral. Más allá de los objetivos proclamados por el legislador y de las pretensiones de los impulsores del cambio normativo, la evolución del mercado de trabajo nos permite identificar las tendencias que, previsiblemente, van a consolidarse mientras esté vigente el actual marco regulador.

Como bien indicó, Federico Durán, of counsel del Departamento Laboral de Garrigues, los efectos sobre el empleo, en primer lugar, parece que no han sido significativos. La evolución de los datos de empleo, de contratación y de afiliación a la Seguridad Social ha seguido dependiendo del ciclo económico y de la evolución de la actividad, sin que pueda adivinarse influencia significativa alguna, por ahora, del cambio normativo.

En el ámbito de la contratación temporal, se ha producido una revitalización del periodo de prueba como instrumento para garantizar la temporalidad de la vinculación laboral durante los primeros meses desde su establecimiento. La extinción del contrato, sin causa (si bien, con la exigencia de que exista una causa torpe) durante el periodo de prueba sigue asegurada y el coste indemnizatorio, a diferencia de lo que sucede en el caso de suscripción de un contrato temporal, no existe.

Por otro lado, y esto es sin duda mucho más relevante, se ha empezado a producir una intensa sustitución de contratación temporal por contratación fija discontinua.

Según Funcas, el empleo medido en número de horas trabajadas aumentó en el primer trimestre a un ritmo sustancialmente superior al del PIB, un 3,2%, de modo que la productividad por hora trabajada ha vuelto a caer por debajo de los niveles prepandemia.

Los índices PMI apuntan a una aceleración de la actividad en el segundo trimestre, impulsada por el sector servicios, mientras que la industria habría mantenido un tono de debilidad. El turismo habría experimentado un notable avance. Así, en el mes de mayo, el número de turistas internacionales que llegaron a España fue el 88% del registrado el mismo mes de 2019. También el turismo nacional exhibió un importante empuje, hasta el punto que en abril el número de pernoctaciones por parte de residentes en España ya se situaba precovid.

La tasa de inflación se ha situado a lo largo del segundo trimestre por encima de lo previsto, sobre todo la subyacente, reflejando un traslado mayor de lo esperado del incremento de los costes de producción hacia los precios finales al consumo. Además de los productos energéticos, destaca la tasa alcanzada por los alimentos, por encima del 10%. Los bienes no energéticos y los servicios han presentado registros más contenidos, cercanos al 4%, pero también en ascenso.

 

PREVISIONES PARA 2023

Las perspectivas están empañadas por la triple perturbación que atraviesa la economía mundial: las tensiones geopolíticas y más concretamente la guerra en Ucrania, la crisis energética y el cambio de rumbo de la política monetaria motivado por el riesgo de cronificación de la inflación. Todo ello confluye en un recorte de las previsiones de crecimiento y un alza de las de precios.

Para los próximos meses se espera todavía que el rebote del turismo, el dinamismo de las exportaciones de bienes y servicios no turísticos y la pujanza del mercado laboral seguirán sosteniendo la actividad. Sin embargo, estos factores perderán fuelle con el fin de la temporada turística, mientras que por el contrario las perturbaciones geopolíticas, energéticas y monetarias irán ganando peso, lastrando la demanda interna.

Con todo, se anticipa todavía un crecimiento del PIB del 4,2%, sin cambios en relación a las anteriores previsiones ya que los factores recesivos se compensarán con los expansivos. Así pues, la aportación de la demanda interna será solo de 2,1 puntos, es decir 1,7 puntos menos que en la previsión de marzo.

En otro orden, según Europa Press, el 53,88% de los directivos españoles prevén aumentar la contratación en 2023 y un 38,95% espera incrementar su plantilla en 2024, según los resultados del III Barómetro LHH Executive sobre Liderazgo Directivo en España. Por su parte, un 25% de los 500 directivos encuestados en este Barómetro descarta contratar en los próximos dos años. Esta respuesta está más extendida entre los directivos de empresas con menos de 10 empleados y entre aquellas con más de 1.000 trabajadores.

 

Búsqueda de perfiles Técnicos

El 53,5% de los ejecutivos encuestados buscará perfiles técnicos en los próximos años, frente al 46,8% de los directivos que demandaban este tipo de candidatos en 2021.

El 47,64% de las empresas también prevé incorporar mandos intermedios en los dos próximos años, 20,34 puntos por encima que en 2021.

Del  Informe de Tendencias de RRHH 2023 de Randstad research destacamos los siguientes puntos:

El déficit de talento es el reto más importante al que se enfrentan los departamentos de RRHH

Para el 53% de las empresas, el déficit de talento es el principal reto al que se deberán enfrentar en 2023 y para el 42%, será fidelizarlo. Este problema empieza a ser especialmente significativo en 4 de cada 10 empresas por las importantes consecuencias que se derivan de él, especialmente en el ámbito de la competitividad y la productividad.

Una gran parte de las empresas comparten una previsión bastante pesimista en cuanto a la contratación y creen que cubrir una vacante en 2023 va a resultar aún más difícil que en 2022 (aunque ya este año resulta más complicado que antes de la pandemia).

Ser más flexible (tanto en las condiciones ofrecidas como en los criterios clave de selección) y a la vez ser más atractivo como empleador (tener un fuerte “employer branding”) son las estrategias más practicadas por las empresas actualmente para lidiar con el déficit de talento.

 

Mejorar la rotación permite a las empresas fidelizar el talento.

El escenario postpandemia ha conllevado mayores niveles de rotación. La búsqueda de mejoras en el salario, en la posición y el cambio de rumbo profesional son los 3 factores clave que, principalmente, están detrás de la rotación.

Un clima laboral agradable, flexibilidad en horarios y lugar de trabajo, crecimiento en carrera profesional y en salario, así como reconocimientos de los logros profesionales son las 5 palancas clave para mejorar la fidelización de los empleados. La mayoría de las empresas (78%) confía en la eficacia de las medidas realizadas para fidelizar el talento.

Por parte de ATELODIS, pondremos todo nuestro saber hacer, en mejorar la situación de empleabilidad de nuestros candidatos/as y favorecer la actividad y desarrollo empresarial de nuestros clientes, agilizando la contratación de personas con eficiencia, tanto de forma temporal como permanente, en especial en sectores como la Logística, distribución y transportes, Retail, Industria del Metal, Administración y horeca.

Desde el equipo que formamos ATELODIS os deseamos unas FELICES FIESTAS y que el año que viene se cumplan vuestros deseos, tanto personales como profesionales.

 

¡¡¡FELICES FIESTAS!!!!